
Lo primero que tenemos que hacer es abrir el vídeo en el VLC Media Player. Si usas este reproductor por defecto, bastará con hacer doble clic sobre el archivo para que se abra en el VLC. En cuanto esté abierto el archivo, ponlo en pausa. No lo pares, sino tan sólo páusalo.

Con el archivo en pausa, vamos a cargar los subtítulos. Para ello, nos vamos a Vídeo > Pista de Subtítulos > Abrir Archivo. A continuación, se nos abrirá una ventana y sólo tenemos que ir hasta el lugar donde esté el archivo que contiene los subtítulos, seleccionarlo y abrir.

Por cierto, un pequeño truco para evitarnos el paso anterior cuando tenemos los subtítulos en un archivo aparte del vídeo es poner al archivo de subtítulos el mismo nombre que el del vídeo (exceptuando la extensión) y colocarlo en la misma carpeta que éste. Así, el VLC cargará los subtítulos de manera automática al reproducir el vídeo.
0 comentarios:
Publicar un comentario